Este nuevo término ha llegado para quedarse en el mundo inmobiliario. Engloba el conjunto de actos encaminados a preparar una vivienda para venderla. Hacer del inmueble un hogar deseable para más personas consiguiendo que se venda antes y por más dinero.

Es una ecuación en que todos ganan: el inquilino o comprador que consigue la casa que soñaba, el propietario que la vende/alquila antes de lo esperado, el Home Stager con su proyecto realizado y el agente inmobiliario gana un cliente satisfecho y una comisión.

Siguiendo los consejos de estos expertos, podemos decir que hay algunas reformas o mejoras que revalorizan (hasta un 20%)  más que otras las viviendas. Según las encuestas, se venden en una media de 40 días, 8 veces más rápido que el resto de las viviendas.

El amor a primera vista existe también con las viviendas, la primera impresión es inolvidable. En este punto, la iluminación, la pintura y el orden juegan un papel crucial. La tarima flotante es un buen aliado y no resulta caro.

Crear espacios de almacenaje. Apuesta por los armarios a medida que lleguen al techo para aprovechar al máximo el espacio. Huecos y esquinas son grandes aliados.

No dejar de lado la domótica y la eficiencia energética, todo lo que conlleve a cuidar el medio ambiente y reducir gastos es bienvenido.

Siguiendo los consejos de los expertos obtendremos unas fotos de las estancias más atractivas, que atraen a más posibles clientes, mantenemos el precio que queremos puesto que si no hay desperfectos no hay motivos para una bajada. Es imprescindible mantener la vivienda ordenada y sin un estilo definido, es decir, que sea lo más neutra posible. Cualquier futuro comprador o inquilino debe visualizarse en ella. No hay más secreto.